El tren circular de Yangon.

Una pasajera durante un trayecto del tren que rodea la ciudad de Yangon, Myanmar. Febrero de 2014/ Daniel Roca

 Viajar en el tren circular le dará una perspectiva única de la vida cotidiana en la ciudad de Yangon. Comprando un bono por un día (sobre un par de euros) en el edificio de arquitectura colonial de la terminal, viajaremos a través de los peculiares parajes, en unos vagones llenos de vida donde el flujo constante de comerciantes que suben y bajan , agricultores empacando sus cosechas dentro del propio tren, vendedores de productos milagrosos que lo curan todo no lo dejarán indiferente. Podemos bajar del tren en las diferentes estaciones, como por ejemplo en el mercado de verduras y dar una vuelta, tomar algo en los destartalados y concurridos puestos, para luego subirnos en el siguiente y seguir la ruta. El trayecto completo, sin apearse, dura unas tres horas aproximadamente.

Una joven vendedora ambulante en uno de los vagones del tren circular de Yangón. Febrero de 2014/ Daniel Roca.

Un agricultor preparando su producto en el tren momentos antes de llegar al mercado de verduras. Febrero de 2014/ Daniel Roca.

Una niña durante el trayecto en el tren que rodea la antigua capital de Myanmar. Febrero 2014/Daniel Roca.

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